¡Rusia aprobó una nueva política sobre enterramientos masivos, 23 días antes de invadir Ucrania!
La nueva política sobre entierros masivos realizada por la Federación Rusa se titula: “Entierro Urgente de Cadáveres en Tiempos de Guerra y Tiempos de Paz”.
En ella se detalla el equipo necesario y la mano de obra que hace falta para preparar fosas comunes para personas “muertas durante conflictos militares o como resultado de estos conflictos o, si es necesario, como resultado de una emergencia en tiempo de paz”.
Y aunque originalmente la Agencia Federal de Regulación Técnica y Metrología de Rusia aprobó esa ley en septiembre de 2021, cuando entró en vigor fue el 1 de febrero de 2022, es decir, 3 semanas (23 días) antes de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara la invasión de Ucrania.
Un scoop de The Debrief
La primicia, (“scoop” en inglés), ha saltado a la actualidad firmada por Tim McMillan y aparece bastante documentada en The Debrief.
El medio, cuyo nombre significa “Interrogar”, es un sitio de noticias con dos años de historia nacido, en sus propias palabras, “para informar con credibilidad sobre noticias de ciencia, tecnología y defensa, con la vista puesta en la ciencia y la tecnología de vanguardia del mañana”. Su sede se encuentra en Charlotte, Carolina del Norte.
Y según aparece en el documento al que ha tenido acceso Tim McMillan, es la primera vez que la Federación Rusa emite una política sobre la preparación de fosas comunes. Y esta nueva política coincide con las matanzas en Ucrania.
Porque en la ya tristemente famosa Bucha, además de los muertos tirados en la calle apareció detrás de la Iglesia de San Andrés una fosa común de casi 14 metros de largo, que contiene los cuerpos de al menos 280 civiles.
Así empieza el documento sobre las fosas comunes
El documento arranca textualmente diciendo:
- DESARROLLADO por la Institución Presupuestaria del Estado Federal “Instituto de Investigación de toda Rusia para la Defensa Civil y Situaciones de Emergencia del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia” (Centro Federal de Ciencia y Alta Tecnología) [FGBU VNII GOChS (FTs))
- PRESENTADO por el Comité Técnico de Normalización TKO71 “Protección Civil, Prevención y Eliminación de Situaciones de Emergencia”
- APROBADO E INTRODUCIDO POR Orden de la Agencia Federal de Regulación Técnica y Metrología (ciencia de las mediciones y sus aplicaciones) del 13 de septiembre de 2021 de 950-st
- PRESENTADO POR PRIMERA VEZ
Y durante todo él, que es bastante extenso, y usando solo términos técnicos, detalla la forma correcta de deshacerse rápidamente no de cientos, sino de miles de cuerpos.
Cómo enterrar mil muertos en tres días
También incluye esta nueva “ley” un anexo informativo que brinda un ejemplo en profundidad de lo que se necesita para el “entierro urgente de 1.000 muertos en 3 días”.
Y de acuerdo con el reglamento, lo que hay que hacer es un pozo de cimentación de 20 metros de largo, 3 metros de ancho y 2,3 metros de profundidad.
Con eso es suficiente para enterrar hasta 1.000 cuerpos.
Y en el mismo documento se recomienda el uso de un tractor excavadora T-170 o T-130 para preparar la fosa común. Y se dan las siguientes instrucciones:
- La capa inferior del pozo de entierro debe cubrirse con un aglomerante mineral y compactarse con un rodillo.
- Posteriormente, en sacos, ataúdes de madera o zinc, los cadáveres deben ser dispuestos en cuatro filas dentro de la fosa.
- Luego, la fosa común debe rellenarse, compactarse y reforzarse con aglutinantes minerales “para absorber y neutralizar los agentes químicos y biológicos radioactivos y peligrosos formados durante la descomposición de los cadáveres”.
- También se debe colocar un canal de ventilación desde el fondo hasta la parte superior de la tumba.
- Finalmente, el,documento recomienda que se erija una lápida de al menos medio metro sobre el lugar del entierro.
Y por si no fuesen suficientes los detalles, en el documento se proporciona una fórmula matemática integral para determinar los costos laborales totales de realizar entierros masivos.
En los cálculos se tiene en cuenta el reconocimiento del lugar del entierro, la estructura del suelo, las condiciones climáticas y hasta los turnos de trabajo continuos.
Y según los autores del documento, una unidad compuesta por 16 personas y dedicada por completo a esta tarea, junto con 2 tractores excavadora, puede realizar el “entierro directo de 1.000 personas en 3 días”.
También han calculado que si no hay tractores, harán falta 250 personas para completar la tarea en el mismo tiempo.
Muertes masivas en tiempo de guerra
En el texto también se analiza una recomendación sobre cómo deshacerse de los animales muertos en “pozos de tierra”.
Pero el documento recomienda que los cadáveres de animales sean destruidos bajo la supervisión de un veterinario en “hornos especiales o pozos y trincheras de incineración hasta que se forme un residuo inorgánico no combustible”.
Al margen de los datos concretos, y como criterio general sí se puede decir que la gran mayoría del texto publicado en esta disposición hace referencia específicamente a las muertes masivas en un conflicto militar.
Y si bien es cierto que también hace mención de los entierros masivos durante las “emergencias en tiempos de paz”, da toda la sensación de ser una ocurrencia tardía.
El negro cálculo de la destrucción
El mismo documento proporciona una tabla para calcular lo que ellos llaman las “posibles pérdidas irrecuperables” de una población en función de los grados de destrucción resultantes del uso de las “armas convencionales modernas”.
Según los autores, la destrucción de una ciudad se considera “completa y severa”, por “medios convencionales”, cuando haya una “pérdida irrecuperable” de hasta un 30% de desprotegidos, un 10% de los protegidos y 5 % de los fuertemente protegidos, de una población.
En una segunda tabla calculan que si muere el 55% de la población activa de una ciudad el daño se considerará “completo e irrecuperable”.
Al autor del análisis de este documento, Tim McMillan, no le queda claro si los autores del mismo están calculando realmente las muertes masivas esperadas de la población civil de una ciudad durante un conflicto militar.
Lo que sí resulta llamativo es que el documento también recomienda que las medidas y los materiales necesarios para llevar a cabo entierros masivos en tiempos de guerra “deben tenerse con anticipación”.
Y, de hecho, el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en la región de Kharkiv, Roman Dudin, dijo que el ejército ruso había comprado 45.000 bolsas para cadáveres, un día antes de la invasión.
¿Para quién serían las fosas comunes?
Hemos visto estos días demasiadas de montones de muertos. Tanto de ucranianos como de rusos que quedaron en el país invadido durante la retirada de las tropas de Putin.
Y por eso hay quien piensa que la fosa común descubierta en Bucha podría estar reservada para el entierro de soldados rusos muertos.
Pero de momento no se abe.
Lo que sí se sabe es que la aprobación de este decreto ha provocado diferentes opiniones que es bueno conocer.
La opinión a favor de Putin: “Para los muertos de la pandemia”
La primera opinión que recogemos habla de una explicaión al margen de la sospecha.
Es la explicación que al respecto de la ley sobre las fosas comunes ha dado Viktor Baranets, un periodista experto en el ejército ruso y cercano a Putin.
Cuando se conoció el documento dijo que el plan estaba relacionado con la pandemia de COVID-19. Y lo explicó:
“Se estuvo preparando la ley durante seis meses, porque no se sabía cómo moriría el pueblo ruso a resultas de la pandemia. ¿Y si morían 20.000 en un día?”
“Lo que sí se sabía es que hacía falta tener una respuesta de estado prevista”.
Pero las palabras de Baranets pierden fuerza cuando se mira el documento y se ve que casi todo él habla de muertes masivas “durante conflictos militares o como resultado de estos conflictos”.
La opinión en contra de Putin: “Nada causa tantas muertes”
Otra opinión que sobre el documento recoge The Debrief es la del periodista y experto ex militar ruso, Alexander Golts.
Él sugiere que este documento está preparado pensando en la posibilidad de que el uso de armas de destrucción masiva pudiese provocar pérdidas catastróficas.
Y lo explica afirmando que “ningún desastre natural puede causar tantas pérdidas, ni un terremoto ni una erupción volcánica”.
Para añadir a continuación:
“Quien preparó este documento pensó en términos de una epidemia global o una guerra global, en la que no solo morirán los militares sino también la población civil. Y esto solo es posible con el uso de armas nucleares tácticas”.
La premonitoria opinión del coronel ruso retirado, Leonid Ivashov
Cuando la política sobre fosas comunes salió a la luz en Rusia, en el mes de enero, el coronel retirado del ejército ruso no se mordió la lengua y pensó que estaba directamente relacionado con una guerra inminente con Ucrania.
- “Si estamos hablando de fosas comunes y Rusia está involucrada activamente en esto, se está preparando una guerra con Ucrania”.
- “Ni el pueblo ucraniano ni el pueblo ruso necesitan esta guerra. Y no descarto que sea Rusia quien la inicie. Porque llevamos mucho tiempo poniendo a nuestra población en contra de los ucranianos”.
Y en el mes de enero se publicó una carta abierta de Ivashov exigiendo la renuncia de Vladimir Putin y el fin de su “política criminal de provocar una guerra”.
No hay respuesta del Kremlin
Como el Kremlin continúa negando estar actualmente involucrado en una guerra o invasión de Ucrania, no hay lugar para plantear la pregunta de a qué se ha debido la definición de una política de entierros masivos justo 23 días antes de comenzar la guerra.
No hay respuesta porque no hay guerra.
Pero tampoco hay pregunta posible, porque está prohibido.
Lo que sí es cierto es que la publicación de esta nueva política sobre enterramientos masivos justo antes de lanzar la invasión, plantea algunas preguntas legítimas sobre la verdadera intención del Kremlin en Ucrania.