Con el relato de los hechos ha quedado abierta la investigación judicial por el asesinato de Ignacio y otras cuatro víctimas
Hoy se ha abierto en el juzgado de instrucción de Southwark la investigación judicial por la muerte de Ignacio Echeverría y otras cuatro de las víctimas del atentado en el Puente de Londres. La sesión de hoy duró menos de media hora y tras una somera descripción de las causas de la muerte y cómo se habían reconocido los cadáveres, el Forense Andrew Harris aplazó la sesión. En los días siguientes escucharemos relatos más pormenorizados de cada una de las muertes.
Antes de comenzar la sesión, el Forense Andrew Harris se dirigió a las familias allí presentes para expresarles su cariño: “Todos nuestros pensamientos y condolencias están con ustedes en este terrible momento. Porque sabemos que una de las cosas más terribles que les pueden ocurrir a unos padres es tener que estar en la audiencia, en la corte, para conocer los detalles de la muerte terriblemente violenta de sus hijos.
”
En la audiencia que ha comenzado hoy se investigan las muertes de cinco de los asesinados, y se ha comenzado por dar a conocer quiénes son las víctimas, la causa de la muerte y cómo o quién identificó los cadáveres.
En el caso del héroe español, Ignacio, se hallaban presentes miembros del consulado español en representación de la familia.
Así han descrito a las víctimas
Y las palabras con las que comenzaron a referirse a Ignacio Echeverría y a las otras cuatro víctimas fueron:
Ignacio Echeverría, de 39 años, analista de HSBC y natural de As Pontes, en el noroeste de España. Fue apuñalado en la espalda en el puente de Londres, después de tratar de defender a una mujer con su monopatín. Su cuerpo fue identificado por su hermano varios días más tarde, se dijo en la audiencia.
Australiana Sara Zelemek. 21 años. Trabajaba de ‘au-pair’ en casa de una familia londinense. Tenía entradas para el trágico concierto de Manchester, pero no pudo ir. Esta vez, no tenía permiso para salir, pero un cambio de planes le dio la noche libre. La causa de la muerte, provisional, como todas hoy, fue por herida de arma blanca en el cuello. La identificación se realizó mediante registros dentales y ADN ‘.
James McMullan, 32 años, de Hackney. La investigación dice que murió por la hemorragia causada por una herida de cuchillo en el pecho, en el mercado de la ciudad. Su cadáver fue identificado por su padre.
Sebastien Belanger, de 36 años, originario de Angers, al oeste de Francia. Estaba tomando algo en el cercano Boro Bistro, donde acababa de ver la final de la Champions. También fue uno de los asesinados en el mercado. La causa de su muerte, han dicho hoy, múltiples heridas de arma blanca en el pecho. Era amigo del también fallecido Alexandre Pigeard.
Fue identificado por los registros dentales y huellas dactilares, mientras que sus seres queridos pasaron varios días sin saber de su destino.
Kirsty Boden, de 28 años, enfermera australiana. Murió en Montague mientras corría hacia el peligro para tratar de ayudar a la gente. La causa de la muerte fue una herida de arma blanca en el pecho. Su cadáver fue identificado por el ADN y registros dentales.
La información dada hoy en la audiencia ayuda a proporcionar una imagen más completa de lo que sucedió en la trágica noche en que tres terroristas fueron a matar sin piedad… y al azar.
Mañana se abrirán las otras tres investigaciones
Las investigaciones sobre la muerte de la canadiense Christine Archibald, y de los ciudadanos franceses Alexandre Pigeard, y Xavier Thomas, se abrirán mañana.
Lo que sabemos hasta el momento es que Xavier Thomas, de 45 años, caminaba con su novia Christine Delcros por el puente, en dirección sur. Los dos fueron violentamente atropellados y su novia ha tenido que ser operada y sigue ingresada en el hospital. El cuerpo de Thomas apareció días más tarde en el río, a cuatro millas del lugar del ‘asesinato’.
Francés Alexandre Pigeard, de 27 años, fue apuñalado en el cuello, mientras trabajaba en un restaurante.Su cuerpo fue localizado en el Borough Market y fue identificado por los registros dentales y huellas dactilares, mientras que sus seres queridos pasaron varios días sin saber de su destino.
Canadiense Christine Archibald, de 30 años, que trabajaba en un refugio para personas sin hogar y se había desplazado a Europa para estar con su novio. Murió en los brazos de su prometido, Tyler Ferguson, después de haber sido golpeada por la furgoneta a toda velocidad
La madre de Sara, en la Corte.
En la sala de la corte se encontraba presente la madre de la ‘au-pair’ (niñera) australiana, Sara Zelenak, que tuvo que escuchar cómo su hija murió de una herida de cuchillo en el cuello, apuñalada por los terroristas.
Julie Wallace, la madre de Sara, voló a Inglaterra cuando no conseguía localizar a su hija, que fue declarada desparecida durante varios días. Y hoy, junto al padrastro de Sara, Mark Wallace, tuvo que escuchar desde la parte delantera de la sala, a pocos cientos de metros de donde se produjo el ataque, los detalles de la muerte de su hija.
Sara, que tenía entradas para ir al concierto de Manchester en el que murieron 22 personas, vio cómo la diosa fortuna no le había salvado la vida. Sólo parecía haber decidido retrasar unos días su muerte.
Porque la trágica noche Sara debía trabajar en su casa, al cuidado de los niños. Pero en el último momento hubo un cambio de planes y le dieron permiso para salir. Cosa que hizo en compañía de unos amigos
“Ella es muy sensible, mucho más sensato de lo que era a su edad.
Siete sospechosos siguen detenidos.
Los detectives han realizado 21 detenciones en el marco de la operación terrorista. Siete de ellos continúan detenidos en aplicación de las leyes antiterroristas.
La policía dio a conocer ayer la imagen de uno de los cuchillos utilizados en la masacre, que resulta bastante impactante. De color rosa, de cerámica, de más de 30 centímetros y con la empuñadura envuelta en cinta, como si fuese la de una raqueta de tenis o de paddle.
También ha facilitado imágenes de los falsos cinturones de explosivos que llevaban adosados a su cuerpo. Hechos con botellas de plástico vacías, montadas sobre cintas de cuero. Fueron diseñados para causar “miedo máximo” a la policía o a cualquiera que quisiese hacerles frente.
Por eso el comandante se deshace en elogios con la policía y con los muchos ciudadanos que intentaron hacerles frente. Porque se lanzaron sobre ellos, sin guardar más distancia que la del cuchillo, despreciando el riesgo que corrían de haber muerto en una posible explosión.
Mañana vuelve a abrir ‘Borough Market’, tras verse obligada a cerrar por el ataque terrorista. Y habrá un minuto de silencio antes de que suene la campana que anunciará la vuelta de la actividad comercial.