El estudio de un profesor de economía alemán aconseja tirar más penaltis por el medio
Se trata del consejo de un teórico económico, especialista en la Teoría de Juegos, el profesor Christian Rieck, quien conjuntamente con su equipo ha realizado un trabajo de campo y ha evaluado el lanzamiento de 402 penaltis durante la temporada de la Bundesliga.
Utilizando la teoría de juegos el estudio calculó las mejores tácticas tanto para el tirador como para el portero, y comparó sus resultados con el comportamiento real visto en esos 402 penaltis.
Según el análisis realizado por el equipo del profesor Rieck, podría decirse que los porteros se comportan de una manera casi óptima porque su decisión de hacia qué lado tirarse es bastante impredecible. Y el resultado del análisis es que el 54 por ciento de ellos se lanza hacia lo que podríamos considerar el lado más fuerte del tirador, mientras que el 39 por ciento lo hace hacia el otro lado.
Pero si analizamos lo que debería ocurrir valiéndonos de la Teoría de Juegos, teóricamente el mayor éxito lo promete el llamado equilibrio de Nash. Es decir, el 52 por ciento de las veces el portero tendría que saltar al lado preferido del tirador, y a la vez, en el 42 por ciento de los penaltis el tirador tendría que apuntar a su esquina favorita.
Es decir, que el tirador debería ser fiel al lanzamiento que teóricamente se le da mejor, y justo ese lado es el que el portero debería cubrir la mayoría de las veces, lanzándose hacia allí sin pensar.
Pero quizás la conclusión más impactante de este estudio, es que el equipo del profesor Christian Rieck llega a la conclusión de que los delanteros deberían lanzar más penaltis hacia el medio de la portería, porque es el lugar en el que menos veces se van a encontrar con el portero esperando el balón.
En cualquier caso, llegan a la conclusión de que casi nunca los lanzan al medio porque consideran que si el portero les para el balón en ese lugar será algo especialmente vergonzoso, ya que todo el mundo considerará que esta mal tirado.
Pero visto el restudio, la eficacia de lanzar un penalti hacia el centro de la portería sería la mayor, y ellos, como economistas que aplican la Teoría de Juegos, es el disparo que aconsejan.
Christian Rieck es un economista alemán de 58 años (1963), profesor de Finanzas en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt.
En 1993 publicó su primer libro de texto sobre teoría de juegos, en la que también es especialista y desde la que forma a directores y profesores para que puedan utilizarla en su vida práctica, ya sea académica, profesional o privada.
En mayo de 2021, su canal de vídeos dedicados a la Teoría de Juegos tenía más de 150.000 suscriptores.
El algoritmo que dice lo contrario
Otra prueba de que el fútbol es un deporte imprevisible es que no todos los ‘científicos’ llegan a las mismas conclusiones.
Un grupo de investigadores portugueses aseguró en su día haber desarrollado un algoritmo que acababa con el mito de que los penaltis son una lotería.
Y eso aunque, según dicen ellos mismos, la preparación de los lanzamientos desde el punto de penalti se hacen casi sólo a través del ‘ojímetro’ del delantero y la intuición del portero.
Y entonces, allá por el años 2016, un equipo, con la coordinación científica de João Fialho, profesor de la American University of Middle East, reunió miles de visualizaciones de lanzamientos de penaltis en una base de datos con la intención de crear un algoritmo que permita predecir el comportamiento de los jugadores en estos lances del juego.
Y esos científicos aseguraban entonces que “llegamos a la conclusión de que Cristiano Ronaldo es más eficaz que Messi lanzando penaltis, aunque tiene una debilidad: tirarlos al centro de la portería”. Justo lo contrario a lo que ahora dice la Teoría de Juegos”.
Y aseguraban el equipo de Fialho, que “el delantero de Madeira anota el 83% de las penas máximas que lanza. Concretamente el 89% de los que tira a la derecha de la meta rival y el 85% de los que lanza a la izquierda, pero sólo el 58 % de los que chuta al centro”.
Claro que desde hace casi 5 años no hemos avanzado nada con esta teoría, por lo que a lo mejor es el momento de escuchar lo que dice el científico alemán.