Villar y su hijo Gorka, detenidos en una operación anticorrupción de la Guardia Civil
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha detenido al presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y a su hijo Gorka, así como al vicepresidente económico, Juan Padrón, en el transcurso de una operación policial que se está desarrollando desde esta mañana, y en la que se están practicando más de diez registros. Se trata de una operación anticorrupción ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz en colaboración con la Fiscalía Anticorrupción.
La operación estaría investigando supuestos manejos económicos del presidente de la RFEF desde hace 29 años, y su hijo, en beneficio propio y en perjuicio de la Federación, así como supuestos tratos de favor a dirigentes territoriales con el único objetivo de contar con su apoyo para mantenerse en el cargo.
Los delitos que se le estarían investigando a Angel Maria Villar desde hace más de un año serían los de falsedad, administración desleal, corrupción entre particulares, apropiación indebida y posible alzamiento de bienes. Incluso estarían bajo sospecha por desvío de dinero varios partidos de la selección española
En estos momentos estaría habiendo registros además de en la sede de la RFEF, en varias federaciones territoriales y en domicilios y despachos de los principales implicados, que a estas horas se calcula podría acabar con unas diez detenciones policiales.
Villar, que acaba de ser reelegido, estaría 32 años al frente del fútbol español, en el caso de cumplir íntegro su mandato, y si mantuviese su palabra de retirarse al final de estos años.
Por su parte, Gorka Villar fue desde 2014 director general de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol). Es abogado y ha sido asesor para numerosas federaciones territoriales españolas. Pero nunca ha sido empleado de la Federación Española de Fútbol.
La UCO ha tenido pinchados los teléfonos de los principales afectados durante los últimos tres meses. Y el sumario ocuparía ya más de 2.000 folios.
Los detenidos serán conducidos a dependencias de la Guardia Civil para ser interrogados por la UCO. Y en 24 o 48 horas serán conducidos a la Audiencia Nacional para que presten declaración ante el juez Santiago Pedraz.