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Consejos útiles para viajar en solitario por Europa

autor Viajando Con Héctor
tiempo de lectura 7 min
Actualizado: 30 jun 2021Publicado: 13 jun 2021

París, Bucarest, Atenas, Cracovia… Europa es una de las regiones más diversas del mundo y, además, es un paraíso para los viajeros en solitario.

Tal vez no sea tan exótica como África o Sudamérica. Y los precios son también algo más caros. Pero se compensa con ciudades de película, una historia inabarcable y lugares que te sorprenderán. Si estás pensando en hacer un tour por el Viejo Continente, aquí van unos consejos:

¿Es mejor un plan solo o acompañado?

Hacer un viaje con amigos puede ser muy divertido. Ir con tu pareja también es una opción. Pero si no lográis cuadrar las vacaciones, no os decidís por un destino o, directamente, no tienes con quién ir, no te preocupes: Europa es ideal para viajar solo.

Sólo debes tener en cuenta que el destino a elegir también puede depender mucho de las circunstancias del viaje. Por ejemplo, si finalmente vas a ir acompañado, puede ser muy buena idea recorrer los pueblos de Transilvania, las Highlands de Escocia o los castillos del Loira. Zonas preciosas, pero en las que es más complicado conocer gente nueva. Y por eso, si viajas solo estos lugares pueden hacerse un poquito más pesados.

Por supuesto hay personas para todos los gustos y habrá quien se sienta a gusto vagando en solitario por zonas rurales sin socializar durante días, alimentando su entretenimiento con el paisaje y sus pensamientos. Pero no es lo más habitual. La mayoría de las personas necesitamos algo de vidilla.

Además está el problema de sentirse inseguro. Yo mismo he pasado a deshora por barrios donde es mejor entrar acompañado. Pero justo eso es algo evitable. Son situaciones puntuales que se solucionan con previsión.

También hay que decir que Europa es un lugar bastante tranquilo por lo general, así que este tema no debería echarnos atrás.

Ventajas de viajar solo por Europa

¿Qué ventajas tiene viajar sin compañía? Muy simple: viajando solo haces lo que te da la gana. Se acabaron las discusiones sobre qué monumento visitar o a qué hora y dónde comer. ¿Te apetece ver un partido de fútbol en el estadio? ¿Qué tal ir a una cafetería extravagante que alguien te recomendó? ¡Nadie te lo impide! Tú eres dueño de tu tiempo.

¿Y qué hacer para conocer gente? Cuando estás en esa situación, aunque seas tímido, te sale solo. Empiezas a hablar a la mínima oportunidad. Conoces gente en Free Tours, bares, sitios turísticos… o simplemente saltas al escuchar una conversación en tu idioma por la calle. Es una especie de instinto contra la soledad.

Aun así, para asegurar que no te quedas solo más tiempo del necesario, hay un consejo clave: duerme en hostels.

La vida de hostel

La idea de compartir habitación con otros cinco desconocidos, con tu vida en la mochila y a 1.500 km de tu casa puede parecer mala cosa. Pero te sorprenderá.

Tras todo un día de turismo, sobre las 7-8 de la tarde los hostels empiezan a tener una actividad especial. La gente se ducha y se prepara. El hall huele a alguna comida típica del lugar. Y el recepcionista te pregunta si te quieres apuntar al Pub Crawl (Gira de bares) por 10€ – copa y tres chupitos incluidos.

Te lo ponen en bandeja, así que no te niegas. Y acabas la noche con unos australianos en un ruin bar de Budapest. Es en esos momentos donde uno se hace la gran pregunta del viajero: ¿qué hago yo aquí? Una pregunta que en sí misma encierra la respuesta.

Lo de los hostels es aplicable a casi todo el mundo, no solo a Europa. Y por supuesto, ir a un hostel no es la única manera de acabar en situaciones sinilares, pero ayuda mucho.

Respecto a la seguridad de tus cosas, no hay mayores problemas. Los hostels tienen taquilla para cada cama, así que llevando un candado (que muchas veces se puede alquilar) se soluciona.
Los ruidos sí son una molestia. Durmiendo varios en la misma habitación hay ronquidos, ruidos fisiológicos… Y la maldita manía de los centroeuropeos de levantarse a las 6 de la mañana en vacaciones. Lleva unos tapones, por si acaso.

Cómo moverte

Si tu viaje es de varios días, no debes quedarte solo en una ciudad. Las aerolíneas low cost lo ponen muy fácil a la hora de llegar a un destino alejado, pero no es cómodo –ni ecológico- estar permanentemente en un avión.

Europa tiene la particularidad de que en un espacio muy pequeño hay ciudades muy diferentes que a cualquiera le gustaría conocer. ¿Cómo?

Pues el coche, que parece lo más sencillo, no es la mejor idea. Primero porque alquilar uno viajando solo no es rentable, Y segundo porque tampoco es realmente cómodo, ya que tienes que andar buscando aparcamiento en cada ciudad que visites.

En prácticamente todo el continente hay una buena red de trenes y autobuses. Los primeros son más cómodos y rápidos. Los segundos, más baratos. Pero sea cual sea tu elección, ambas son las ideales.

Si ya tienes pensado qué ciudades quieres visitar, lo mejor es planear también el transporte. En Europa está el pase Interrail con ofertas muy diferentes. Si tienes menos de 27 años, por unos 250€ puedes adquirir el pase global: 5 días en un periodo de un mes en los que puedes utilizar trenes ilimitados.

En la propia web tienen ideas interesantes que se podrían hacer con este pase, como ir de Valencia a Roma o de París a Estambul.

El precio de los buses es más económico y es el transporte ideal para destinos más cortos. Por poco más de 5€ tienes un autobús Berlín-Hamburgo, y por 10€ un Ámsterdam-Bruselas. Además, las estaciones de autocares suelen estar cerca del centro de las ciudades, por lo que reduce aún más el desplazamiento (aunque no siempre).

Otra opción igualmente válida y que además te permite conocer gente es BlaBlaCar. Es barato, tienen mucha oferta y… ¡puedes hablar con gente que está yendo a la misma ciudad que tú!

Para ayudarte a elegir el mejor transporte entre ciudades en Europa, se recomienda usar la web de www.omio.com . Introduciendo fechas y destino, te señalan por precio y horas el transporte más adecuado.

¿Qué destinos elegir

Ya sabemos el por qué y el cómo, queda saber el dónde. Cada ciudad tiene su personalidad y, aunque vayas a un hostel y te relaciones con todo el mundo, tu viaje en solitario puede ser mejor o peor.

Para empezar, una ciudad tiene que ser interesante. Aunque sin duda todas las ciudades tienen lugares emblemáticos y curiosidades que hacen que una visita merezca la pena, no es comparable una ciudad industrial como Sheffield con otra monumental como Roma.

Salvado esto, hay otro criterio importante: la posibilidad de conocer gente nueva. Puedo parecer repetitivo, pero salvo en viajes de meditación y espirituales, uno quiere divertirse con más gente. Y a este respecto, incluso en ciudades a priori muy parecidas la experiencia llega a ser totalmente diferente.

Sinceramente, y aunque suene raro o poco original, viajando por uno solo por su cuenta las mejores ciudades son las más turísticas. Esto es así.

Es muy extraño conocer gente local en un viaje de placer. En tu ciudad sueles estar con tus amigos, y no es común aceptar a gente nueva de primeras. Así que lo más normal cuando viajas es conocer a otros viajeros de todo el mundo.

Ni siquiera es cosa del idioma: yo mismo visitando Málaga hice amistad con italianos y un canadiense del hostel. Pero malagueños, cero.

A veces es algo difícil de prever y no te das cuenta hasta llegar a la ciudad. Pensé que Glasgow tendría un ambiente joven y cosmopolita, pero me pasé dos días paseando solo. Edimburgo, a menos de una hora en tren, era completamente diferente.

Otro punto importante es la época del año en la que viajes. En verano, de nuevo, céntrate en ciudades turísticas. El resto del año puedes ampliar el abanico y visitar lugares típicamente universitarios como Torun y Breslavia (Polonia), Coimbra (Portugal) o Bolonia (Italia). Con suerte darás con algún grupo de estudiantes Erasmus que te enseñen los secretos de la ciudad de día y de noche.

Queda poco más que decir. Lo más importante es lanzarse a la aventura y vivirlo en las propias carnes. Es normal tener dudas, pero si no te agobia pasar mucho tiempo contigo mismo, viajar solo por Europa es una experiencia única.

Teniendo todo esto en cuenta, y si aún no os habéis decidido, aquí va una lista de 10 ciudades de toda Europa que son ideales para un primer viaje en solitario:
• Oporto
• Ámsterdam
• Hamburgo
• Cracovia
• Budapest
• Bucarest
• Copenhague
• Zagreb
• Edimburgo
• Praga

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