¿Cómo se cura la artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa progresiva que para desgracia de todos aquellos que la sufren, no tiene cura.
De forma muy sencilla, es una enfermedad que se podría describir de la siguiente manera: los huesos que componen una articulación se recubren de un cartílago que sirve de protector y de almohadillado. Cuando este cartílago se destruye, los huesos entran en contacto entre sí y la continua fricción de hueso contra hueso provoca una degeneración y deformidad de los mismos que se llama artrosis.
Este mecanismo de generación hace que la artrosis no se pueda curar y sólo sea factible tratar de evitar su progresión y de resolver de forma puntual el problema en las articulaciones más afectadas.
La artrosis afecta fundamentalmente a las articulaciones que soportan una mayor carga del cuerpo, por tanto son la cadera y la rodilla las que más se afectan. Para evitar una mayor degeneración, lo primero es conseguir que las articulaciones sufran lo menos posible.
El sufrimiento se alivia disminuyendo el trabajo. Por tanto, una persona con poco peso tiene menos posibilidades de presentar artrosis que una persona que sea obesa. Primer punto del tratamiento, perder peso.
Además, si se consigue potenciar la musculatura de la articulación, se ayuda a que los huesos soporten menos peso y quede parcialmente repartido hacía los músculos. Segundo punto de tratamiento, el ejercicio físico.
A partir de aquí, y en las primeras fases de la artrosis, se busca el control sintomático. El principal síntoma es el dolor y por tanto los fármacos que se van a utilizar son los analgésicos.
Con toda probabilidad, la artrosis seguirá evolucionando y el pacientes se encontrará con una articulación dolorosa y que no es capaz de realizar correctamente su función. En ese momento es cuando el médico y en este caso el traumatólogo, pues es el especialista más adecuado, debe decidir la sustitución de la articulación artrósica por una prótesis metálica.
Este tratamiento se deja para casos avanzados debido a las no pocas complicaciones que supone. Ahora bien, cuando el traumatólogo indica la colocación de una prótesis es porque prevé un gran beneficio a la situación que presenta en ese momento el paciente.