Del “viñedo de Ratzinger” al de Francisco: El papa vuelve a cultivar vino
El viñedo de Castel Gandolfo fue un regalo que le hizo a Joseph Ratzinger la Coldiretti, que es la principal asociación de agricultores italianos, y que incluía toda la maquinaria necesaria para el cultivo de la uva y para la elaboración del vino.
Benedicto y “su” viñedo
La razón por la que se pusieron en marcha y quisieron hacerle este regalo al primado de la Iglesia Católica estaba inspirada en que al ser elegido como Benedicto XVI se describió a sí mismo como “un simple obrero de la viña del Señor”.
Y se cuenta que no era extraño verle rezando en “su” viñedo, frente a la estatua del Buen Pastor que trasladaron desde el Vaticano a la actual residencia papal.
El viñedo de Ratzinger era pequeño, de unos mil metros, y en él se cultivaban las variedades de uva Trebbiano (blanca) y Cesanese di Affile (tinta). Esta última dando lugar a un vino tinto que ha estado presente en la región central italiana de Lazio desde la antigüedad.
Benedicto, como antes otros papas hasta la llegada de Francisco, era un asiduo visitante a la residencia de Castel Galdonfo, situada al sureste de Roma, donde acostumbraba a pasar sus días de descanso.
Y que también le encantaba la vista que podía disfrutar desde sus habitaciones, que daban sobre el lago Alban al este y al mar Tirreno al oeste.
Extraños rumores
El papa Francisco no usa Castel Gandolfo. Prefiere quedarse en el Vaticano. No va prácticamente nunca y ha tenido la mayoría de las habitaciones de la residencia abiertas a los visitantes para hacer turismo.
Así que cuando hace 2 años decidieron deshacer lo que muchos en el palacio conocían como el “viñedo de Ratzinger”, se desataron los rumores malpensantes.
Pero la explicación del Vaticano fue que había planes para erigir en ese terreno un nuevo edificio. Lo que pasa es que como su construcción nunca ha comenzado…
La nueva viña
La que sí ha comenzado es la nueva viña papal, en otra zona de Castel Galdonfo. Y Francisco se la ha encargado a uno de los enólogos más importantes de Italia
Riccardo Cotarella está considerado como el consultor enológico más reconocido de toda Italia, y es el mayor de una de las familias más tradicionales ligadas al selecto mundo del vino.
Ha creado vinos aclamados y premiados en todo el país y se ha convertido en el presidente de la asociación de enólogos italiana.
Cotarella, que espera la primera cosecha para 2023, calcula que esta viña puede producir hasta 20.000 botellas al año, a partir de 2026, y asegura que el vino no se pondrá a la venta, sino que será consumido en el Vaticano y en la residencia Santa Marta.
Lo que no se conoce todavía es el origen de las uvas del nuevo viñedo. Al principio Cotarella se había planteado importar vides de Oriente Medio, concretamente de Palestina, pero como ni el Vaticano se libra de los problemas burocráticos, el enólogo acabó por rendirse y cambiar su idea original.