Estados Unidos bombardea Siria, explicado en 466 palabras
Estados Unidos, junto con Reino Unido y Francia, bombardearon Siria el pasado viernes por la noche.
La decisión de atacar se produjo una semana después de que el presidente sirio Bashar al-Assad usara armas químicas contra civiles a las afueras de Damasco, matando al menos a 42 adultos y niños. Después de ese ataque, el presidente Donald Trump prometió imponer un “gran precio” al régimen de Assad.
Estados Unidos y sus aliados deliberaron sobre una respuesta durante la semana siguiente. Y luego, el viernes por la noche, los países alcanzaron tres objetivos con misiles, incluido uno en las afueras de Damasco, todos relacionados con el programa de armas químicas de Siria: un centro de investigación, una instalación de almacenamiento y una instalación de equipos y un puesto de mando.
Este mapa del New York Times muestra los objetivos alcanzado el pasado viernes en Siria:
Los ataques golpearon al “corazón” del programa de armas químicas de Siria y le dieron un “golpe serio”, dijo el portavoz del Pentágono, teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas el sábado. McKenzie también señaló que Siria podría reconstituir su programa y que los bombardeos no eliminaron todas las instalaciones de armas químicas de Siria, lo que significa que Assad podría usar armas químicas contra civiles nuevamente en el futuro.
Hablando desde la Casa Blanca el viernes por la noche, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos estaba “preparado para sostener esta respuesta hasta que el régimen sirio detenga el uso de agentes químicos prohibidos”.
Pero poco después, el Secretario de Defensa James Mattis dio una evaluación diferente. “En este momento, este es un disparo de una sola vez, diseñado para retrasar la capacidad de la máquina de guerra siria para producir armas químicas”.
Rusia ha advertido de “consecuencias” después de los ataques, con el presidente ruso Vladimir Putin llamando a las huelgas un “acto de agresión” que podría “tener un efecto destructivo en todo el sistema de relaciones internacionales”. Tanto Rusia como Siria aseguraron el sábado que ” un número significativo “de los misiles lanzados en Siria fueron derribados, aunque el Pentágono lo niega. El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, calificó las huelgas como un “crimen”.
Según el Pentágono, no se mataron tropas estadounidenses, y hasta el momento Estados Unidos no sabe si hubo víctimas civiles en Siria.
Todavía hay preocupaciones más amplias. En primer lugar, los ataques de Estados Unidos no pueden evitar que Assad use armas químicas, o cambiar el rumbo de la guerra civil que duró siete años.
En segundo lugar, es posible que los aliados de Assad, principalmente Rusia e Irán, tomen represalias contra los aproximadamente 2.000 soldados estadounidenses en Siria. Y, por último, no está claro si Estados Unidos bombardeará a Siria de nuevo si las fuerzas de Assad usan armas químicas una vez más.