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Lo que debes saber antes de ir a Bali por tus propios medios

autor Viajando Con Héctor
tiempo de lectura 8 min
Actualizado: 30 jun 2021Publicado: 21 jun 2021

Sea cual sea el motivo de tu visita a Bali, aquí van unos datos necesarios para aprovechar más tu estancia en esta isla indonesia.

Si llegas a Bali por avión, tal vez te impacte el pequeño tamaño del aeropuerto para un sitio tan turístico. También puede recorrerte un escalofrío de preocupación al ver los carteles en la cola de control de pasaportes pidiendo que no colabores con la corrupción policial.

Las moto-taxi y el regateo

Pero lo que más llama la atención, sobre todo si nunca has estado en un lugar parecido, son las motos.

Nada más salir del recinto del aeropuerto decenas de taxistas se agolpan sobre ti chapurreando en inglés preguntas sobre dónde está tu hotel o en qué te pueden ayudar. Y, sin ninguna duda, son la mejor opción para el transporte en ese primer momento.

La tradición local manda regatear, tanto en las motos como en prácticamente cualquier tienda.

Y la verdad es que hacerlo resulta prácticamente obligatorio, sobre todo después de echar mano de la calculadora y ver que la primera oferta que nos han hecho para llevarnos al hotel asciende a medio millón de rupias, que son 30 euros.

Porque, por si no lo sabe, los precios allí son muy diferentes: Para un viaje corto, de una media hora, el precio mínimo conseguible ronda los 5€. Y para trayectos más largos, si por ejemplo queremos ir del aeropuerto a Ubud, que está a unos 30km, puede sacarse el viaje por 300.000 rupias, que son 17€.

Todo lo urbano en Bali es un caos

No es por descorazonar: la paz y tranquilidad existen en la isla, como también los templos y playas que se ven en Instagram. Pero antes hay que atravesar un infierno de motos y calles totalmente anti-intuitivas.

En el primer viaje en moto te das cuenta de que Denpasar y Kuta son más parecidos a una mezcla entre Benidorm y Bangalore que a una apacible villa rural.

La ciudad se ha ido expandiendo sin orden ni concierto y sus calles son un laberinto. A ello hay que sumar la inexistencia de leyes de tráfico, y el resultado es que las zonas más concurridas son un atasco continuo.

Así que a la hora de elegir alojamiento conviene tener muy en cuenta los sitios de interés que queremos visitar. De lo contrario, acabaremos perdiendo medio día moviéndonos de un lado a otro. Y eso es un tiempo precioso en una isla donde hay miles de cosas que hacer.

¿Excursiones organizadas o en moto?

Uniéndolo con el último punto, insistimos en que resulta más útil hacer excursiones a lugares que estén cerca de nuestro alojamiento. Si el hotel está al sur de la isla, en ciudades como Kuta o Denpasar, mejor saber que una excursión a los templos de Besakih y Pura Bratan, de los más conocidos y fotogénicos en Bali, nos llevará literalmente todo el día. Y además será más caro.

Prácticamente en cualquier punto de Bali se encuentran agencias que ofrecen viajes de un día.

Hay planes fabulosos como visitar la isla de Nusa Penida o las Islas Gili, excursiones por templos, aguas termales y cascadas o visitas a plantaciones de café o chocolate. Pero cuanto más lejos nos encontremos de esos destinos, la excursión será más cara y pasaremos más horas metidos en el coche. Sin ver otra cosa que más coches y motos. Y eso ya lo vemos en cualquier ciudad española.

Cualquier parte de la isla es adecuada y podrás disfrutar: la población local es muy acogedora, en parte porque te ven como un billete andante. El ambiente es bastante seguro y el poco peligro reside en turistas borrachos que quieran problemas.

Con las maletas ya en el hotel, y si no queremos hacer alguna excursión organizada, una de las mejores opciones es alquilar una moto. Cualquiera puede alquilarla, con un precio que ronda los 5€ al día, euro arriba euro abajo dependiendo de si quieres seguro o no.

La gasolina está muy barata, a 10.000 rupias el litro (unos 58 céntimos) y puede repostarse en muchos puestos aledaños a las carreteras. No te sorprendas si el combustible viene en botellas de Absolute Vodka, porque en muchos sitios la sirven así.

A la hora de conducir ten en cuenta que se hace por la izquierda, pero te acostumbras rápido. El caos de las ciudades puede agobiar mucho a los inexpertos, pero una vez fuera encontramos recorridos maravillosos entre arrozales, selva y volcanes que hacen del trayecto una experiencia en sí misma.

Pero si haces un viaje largo en moto alejándote de las zonas más turísticas, ten cuidado. La policía hace controles en carreteras grandes y ciudades, y con cualquier excusa pueden pararte. Como precaución, lleva siempre el casco puesto (no solo por la multa) y consigue el carnet de conducir internacional antes de viajar.

Pero a veces puede no ser suficiente y te acabarán cobrando por cualquier cosa que se les ocurra. ¿Cómo evitarlo? Déjate guiar por gente local que tenga buena fe (pregunta a camareros de restaurante o al recepcionista del hotel) o, sencillamente, ve en una excursión programada aunque no sea tan “salvaje”.

Comprar ropa

Hay quienes tienen en mente volver de Indonesia con la maleta llena de ropa barata. Si eres uno de ellos, estás de suerte porque haberla, hayla.

En Bali hay tiendas de ropa y souvenirs en todos los sitios turísticos. No es raro encontrar alguna tienda de camisetas incluso en una cascada que parecía remota. Pero por calidad, variedad y precio, ése no será el sitio ideal para hacer las compras.

A lo largo de las carreteras de la isla hay tiendas donde compran los propios balineses. Aquí puede comprarse ropa barata y de todo tipo, desde vaqueros a camisas. También zapatos, bolsos o gafas de sol.

Por poner un ejemplo, unos vaqueros pueden costar 100.000 rupias, que son 5,8 euros.

La única pega es que hay que prestar mucha atención a las tallas. Una camisa XL queda muy justa a una persona que en España tendría una talla M. Mejor probarlo todo y, a la hora de comprar regalos, tirar muy por lo alto con el tamaño que una vez en España no se pueden devolver.

¿Tarjeta o efectivo?

¿Y el dinero?
En el tema dinero, las casas de cambio en Bali no suelen ser muy justas. Lo mejor es sacar dinero de los cajeros, donde te harán un cambio razonable de euros a rupias. Una vez con el dinero en rupias, paga con ellas.

Pero antes del viaje es conveniente informar a tu banco para evitar situaciones problemáticas. Porque hay bancos que después de sacar dinero o realizar la primera compra bloquean la tarjeta por motivos de seguridad. Y si eso se produce nos tocará hacer costosas llamadas internacionales para volver a activarla.

Tomándote unas vacaciones despreocupadas, es muy fácil que se te vaya un millón de rupias al día (60€), sin contar alojamiento.

Comida, excursiones, moverte por las ciudades, comprar ropa y recuerdos, alguna cerveza… En Bali hay mucho ocio y sin darte cuenta el dinero vuela. Aunque si controlas el gasto, podrías vivir la experiencia casi por la mitad.

Los lugares para dormir son abundantes y el precio va desde 5€ o menos por un catre y ducha fría hasta el más puro lujo. Pero por 20€ tienes una habitación muy decente en cualquier parte de la isla.

En total, quedándote unos 5 días en Bali puedes ver la isla adecuadamente.

Aunque hay excursiones infinitas que podrían sorprenderte durante años, el precio total de la vida allí durante 5 días, tirando por lo bajo, sería de unos 200-250€. El vuelo sí es más caro, aunque con combinaciones económicas podrías quedarte alrededor de los 600€. Estima algo más.

Además, ya que estás en esa parte del mundo aprovecha la ocasión y alarga las vacaciones. Visita las islas vecinas de Lombok y Java. Incluso aventúrate a Flores, el Parque Nacional de Komodo o Célebes, otras joyas para mochileros. Así rentabilizarás más el billete de avión que suele ser la parte más cara del viaje.

En definitiva, Bali es un destino increíble. En esta isla puede encontrarse de todo, desde lujosos hoteles en primera línea de playa a habitaciones en hoteles rurales donde te despiertan cientos de pájaros con el amanecer. Aunque si lo que queremos es pisar lugares donde el turismo no haya hecho mella, tal vez haya que mirar a otras islas como Lombok o Flores.

Pero en esta locura está una de las esencias de la Bali actual. El contraste entre una urbe frenética y aldeas de montaña donde aún se conservan tradiciones milenarias y naturaleza salvaje hace de este destino algo único.

Y una última cosa: no te desilusiones si ves plásticos tirados por todas partes. En 2019 prohibieron las bolsas de un solo uso y están intentando arreglarlo.
En el tema dinero, las casas de cambio en Bali no suelen ser muy justas. Lo mejor es sacar dinero de los cajeros, donde te harán un cambio razonable de euros a rupias.

Y una vez que ya tenemos el dinero en rupias, lo mejor es pagar con ellas.

En definitiva, Bali es un destino increíble. En esta isla puede encontrarse de todo, desde lujosos hoteles en primera línea de playa a habitaciones en hoteles rurales donde te despiertan cientos de pájaros con el amanecer. Aunque si lo que queremos es pisar lugares donde el turismo no haya hecho mella, tal vez haya que mirar a otras islas como Lombok o Flores.

Pero en esta locura está una de las esencias de la Bali actual. El contraste entre una urbe frenética y aldeas de montaña donde aún se conservan tradiciones milenarias y naturaleza salvaje hace de este destino algo único.

Y una última cosa: no te desilusiones si ves plásticos tirados por todas partes. En 2019 prohibieron las bolsas de un solo uso y están intentando arreglarlo.

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