Un joven musulmán se para en una de las calles más concurridas de Manchester pidiendo un abrazo… y esto es lo que pasa
Un vídeo blogger musulmán se paró en una calle concurrida de Manchester, escribió un mensaje que dejó a su lado, se vendó los ojos, extendió los brazos abiertos… y esperó. El mensaje que Baktash Noori dejó escrito a sus pies ponía: “Soy un musulmán y confío en ti. ¿Confías en mí lo suficiente como para darme un abrazo?‘
El video publicado en su blog, ‘La Vida de Bako’ muestra la gente que camina cerca de él sin apenas percatarse hasta que un hombre pasa, mira el cartel y después de leerlo, da la vuelta y le da un abrazo que se antoja muy sincero diciéndole : ”bueno hombre, no estás solo”.
Entonces una mujer se acerca rápidamente, otra mujer abraza… la secuencia va demostrado que uno tras otro, personas de todas las edades, hombres o mujeres, todos se detienen para darle un abrazo. Y no solo eso, casi todos lo ofrecen palabras de afecto y de aliento.
Noori escribió en su cuenta de youtube después de su experiencia: “Los primeros 30 segundos los pasé tenso. Muy nervioso. Pero cuando llegó el primer abrazo acompañado de unas palabras preciosas de este caballero que se puede ver en el vídeo… Hacer esta experiencia ha sido una gran idea. La calidez y el amor que he sentido en cada abrazo ha sido algo verdaderamente maravilloso. Algunos me abrazaban llorando emocionados y los comentarios de cada abrazo han sido positivos y preciosos.”
Noori está tan contento con la respuesta de las personas que hoy lo considera como “la mejor cosa que he hecho en mi vida. No esperaba que tanta gente me abrazara y que tuviesen unas palabras tan preciosas para mí. Y quiero dar públicamente las gracias a los dos chicos que me ayudaron con este video, Ahmad y Abdullah, porque sin ellos no habría sido capaz de hacerlo”.
Confía Noori en que sus abrazos demuestren que “el contacto entre las personas puede unir de verdad a dos comunidades diferentes. Ahora cualquier musulmán puede ver que las personas que nos rodean no son solo hombres que tienen dificultades para captar y comprender la religión”.
Preciosas reacciones online
Casi los mismos abrazos que el video blogger recibió en la calle le han llegado online en forma de mensajes. Por ejemplo el que la señorita Fase escribió en su canal de Youtube: “¡Me gusta tanto este vídeo! Estoy en Manchester y lo que ocurrió en el Arena destrozó mi corazón. Y como musulmana que soy, trajo a la vez una ola de dolor, de miedo y de ansiedad. Era tan tremendo sentir miedo en mi propia ciudad natal… pero este vídeo me ha devuelto la esperanza”.
La conclusión del vídeo de 14 minutos que merece la pena ver íntegro, no puede ser más esperanzadora: “La cantidad de personas, buenos seres humanos de corazón que vinieron a darme un abrazo hicieron algo absolutamente increíble. Y sólo sirve para demostrar una cosa: Manchester y sus residentes son bellos seres humanos. Personas de corazón amable. Y la humanidad nunca se puede romper. Dios bendiga a Manchester.”
Igual que tras los atentados de París
El experimento ya tenía un precedente tras los atentados de París con un resultado muy similar, lo que demuestra que el odio y el rencor de los seres humanos no es lo más frecuente. Y que el perdón y la capacidad de aceptar al inocente sin confundirlo con el culpable no es algo tan ajeno a las personas.
El viernes 13, el Daesh había cometido varios atentados en la capital francesa dejando un impacto de terror de 129 víctimas mortales y más de 350 heridos.
Menos de una semana después, un musulmán en condiciones muy similares al de Manchester se ponía delante de una ciudad que aún lloraba, y el experimento fue un rotundo éxito para la humanidad.
“Quiero agradecer a todos que me hayan dado un abrazo. He hecho esto para dar un mensaje al mundo. Soy musulmán, pero eso no me hace terrorista. No he matado a nadie. Nunca he matado a nadie. Lo siento mucho por todas las familias de las víctimas. Quiero decirles que musulmán no significa terrorista. Un terrorista es un terrorista, alguien dispuesto a matar a otro ser humano por nada. Un musulmán nunca haría eso. Nuestra religión lo prohíbe”, explicó el bloguero en un video compartido en Facebook.
Algunas mujeres derramaron lágrimas al ver al joven en la plaza y lo abrazaron durante un tiempo prolongado.
Hoy se ha repetido la historia, en Manchester. Una historia que habla muy bien de los seres humanos.