Al menos 4 niños entre los 61 muertos del incendio de ‘Pedrogao Grande’, en Portugal
Hay al menos cuatro niños entre las 61 personas muertas que han confirmado las autoridades en el incendio de Pedrogao Grande, Leiria, cerca de Coimbra, en Portugal. La cifra anterior era de 62 muertos, pero el ministro acaba de decir que una de las víctimas estaba contabilizada dos veces, y que los muertos en este momento son 61. Pero es sólo una cifra para un instante concreto, porque hay más de 60 heridos, algunos de ellos en estado crítico, y muchos desaparecidos de los que aún no hay noticias. Un dramático balance para lo que algunos expertos califican ya como uno de los peores incendios de la historia en todo el mundo.
El primero de los niños muertos del que se ha tenido conocimiento se llamaba Rodrigo Rosario, y viajaba en coche con su tío por un camino rural cuando el vehículo fue pasto de las llamas. Los bomberos, después de una búsqueda muy intensa, encontraron el cuerpo carbonizado del pequeño en el interior del coche. Los padres del pequeño se acababan de casar y estaban de viaje de novios en Cabo Verde.
La otra pequeña fallecida responde al nombre de Bianca, y al parecer fue alcanzada por las llamas cuando huía con su abuela de un pueblo que comenzaba a ser pasto de las llamas. Y se da por seguro que se han encontrado los cadáveres de dos niños menores de ocho años en uno de los coches.
https://www.youtube.com/watch?v=FeNut7t76cA
Entre los cinco heridos más graves de los que ahora mismo se tiene noticia, hay cuatro bomberos y un niño.
https://www.youtube.com/watch?v=NWK-JkMNG4Q
La mayoría de las muertes se atribuyen a que llamas de enormes dimensiones llegaron a las carreteras, que se convirtieron en una trampa mortal para unos coches que no encontraban escapatoria, y unos ocupantes que murieron carbonizados en su interior. Más de 30 personas se cree que han fallecido en el interior de sus coches. Familias enteras que quedaron atrapadas.
Y es que la impresionante rapidez con que se propagaron las llamas en la tarde del sábado provocó que mucha gente no tuviese posibilidad de escapar. Y es que como declaró el secretario de Estado de Administración Interna, João Gomes, unos vientos muy fuertes favorecieron la rapidísima propagación del fuego, que en muy poco tiempo adquiría unas dimensiones incontrolables y con unas llamas que acababan con todo lo que tenían cerca incluso antes de alcanzarlo.
Y cuando llegó la noche todo fue aún peor. Las escenas de pánico en Pedrograo Grande se sucedían una tras otra y más de 20 viviendas acabaron siendo pasto de las llamas.
Una tragedia como no se recuerda en Portugal, y que puede ser, ojalá que no, el preludio de un año muy duro en cuestión de incendios. Porque a la sequía de todo el curso se unen ahora unas altísimas temperaturas acompañadas de fuertes vientos. Y el verano ni siquiera ha comenzado todavía.