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El Papa acaba su visita a Colombia con un corte en la ceja y un pómulo morado

autor Enzo Argüelles
tiempo de lectura 2 min
Publicado: 11 sept 2017

El Papa Francisco sufrió un pequeño accidente en el rostro y termina su viaje a Colombia con el ojo vendado y ennegrecido después darse un golpe en contra una de las ‘barras’ del papamóvil. Ocurrió cuando Francisco quiso saludar a un niño, y el conductor de su vehículo dio un frenazo brusco, lo que provocó que el Papa perdiese el equilibrio y acabase con el ojo amoratado, un corte en la ceja y un fuerte golpe en el pómulo.

El Vaticano dijo que el Papa recibió tratamiento con hielo y que se encontraba bien. Y la realidad es que Francisco continuó su viaje con una sonrisa, después de que le pusiesen un pequeño vendaje sobre su corte. Me golpearon. Estoy bien “, bromeó después.

Y al final del día, cuando dijo misa para cientos de miles de personas en el área portuaria de la ciudad, se pudo ver que el moratón se había hinchado y había ennegrecido la piel bajo su ojo.

Así acabó el viaje del Santo Padre a Colombia, apelando al país para “desatar los nudos de la violencia después de una guerra civil de 50 años. Sólo así conseguiremos desentrañar los complejos hilos de los desacuerdos”.

Y con fuerte voz dijo en la homilía de la Misa: “Si Colombia quiere una paz estable y duradera, debe tomar con urgencia la dirección del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto a la naturaleza humana y a sus demandas”. Y pidió a los gobiernos que promulguen leyes capaces de acabar con la injusticia y la desigualdad social, que son las principales causas de la violencia.

Además de la reconciliación y la paz, sobre las que tanto ha insistido el Papa en este viaje, Francisco centró también una buena parte de su mensaje en denunciar una vez más la esclavitud moderna y la trata de personas, así como en defender con fuerza los derechos de los inmigrantes. Y lo hizo en el ‘hogar’ de San Pedro Claver, un sacerdote español que ‘lideró’ a los esclavos en Colombia allá por el año 1600, desafiando a los amos coloniales españoles que los trataban como bienes muebles.

“Aquí en Colombia y en el mundo, millones de personas siguen siendo vendidas como esclavos. Personas que están cerca de nosotros y que solo piden algún detalle de humanidad, algún momento de ternura… personas también que huyen por mar o tierra porque lo han perdido todo, principalmente su dignidad y sus derechos“, dijo el Papa justo antes de orar ante las reliquias de Claver.

“Desde esta ciudad, conocida como la sede de los derechos humanos, hago un llamamiento para que se rechace toda violencia en la vida política y se busque una solución pacífica a la grave crisis actual que afecta a todos, en particular a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.

El Papa también dijo ayer que rezaba por el bienestar de todos los países del continente, pero particularmente de Venezuela, que se ha visto envuelta en una crisis social y económica.

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