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El fundador de ‘Rolling Stone’ pone en venta su revista, cincuenta años después

autor Cristian G
tiempo de lectura 4 min
Publicado: 18 sept 2017

Según declaró su fundador Jann Wenner a New York Times, la revista Rolling Stone, icono de la música y en su momento símbolo de la contracultura, ha puesto a la venta su paquete de control, cincuenta años después de su fundación en 1967. Antes, hace tan solo un año, su fundador vendió una participación del 49% de la revista a una empresa de música y tecnología de Singapur, ‘BandLab Technologies’.

Jann Wenner, que hoy tiene 71 años, empezó la revista Rolling Stone en 1967, cuando era un estudiante hippie en Berkeley, California. Y ahora la dirige con su hijo Gus, haciendo de la revista contracultural en un negocio familiar al más puro estilo tradicional.

Pero hoy, problemas financieros y quizás malas decisiones editoriales hacen que el fundador renuncie a su creación, asegurando que “disfruté durante cincuenta años de este trabajo, pero ahora creo que hay que dejar a la revista seguir otro camino porque ésa es la decisión inteligente”.

Y fue su hijo, Gus Wenner, quien matizó al New York Times que “hay un nivel de ambición que no podemos lograr solos, y una perspectiva cada vez más incierta, por lo que estamos siendo proactivos y queremos adelantarnos a la curva que nos amenaza”.

La estrategia para la venta de Rolling Stone, que parece haber diseñado su hijo Gus comenzó por una reducción de activos de la compañía, que se concretó el año pasado, con la venta de los otros dos títulos de la familia.

Wenner llegó a un acuerdo con ‘American Media’, un editor de tabloides de supermercados, entre los que se encuentra el ‘National Enquirer’ para venderle los otros dos títulos de la compañía: la revista de celebridades ‘US Weekly’ y la mensual de estilo de vida ‘Men’s Journal’.

De esta manera conseguía que el coste de la revista en solitario sea más asequible para un posible comprador, sobre el que hay más rumores que informaciones. Y la ‘quiniela’ sobre el futuro propietario la encabeza el propio Kuok Meng Ru, descendiente de una de las familias más ricas de Asia, quien tras hacerse con el 49% podría pretender ahora comprar el otro 51% y quedarse con la totalidad de las acciones.

También se habla de ‘American Media’. Y si fuese el caso y terminase comprando ‘Rolling Stone’, la operación marcaría un cambio agudo en la ideología de los propietarios de la revista. Porque el imperio tabloide está dirigido por David Pecker, uno de los más ardientes aliados de Donald Trump, mientras que Rolling Stone tiene hasta el momento una perspectiva de izquierda, mucho más cerca de Barack Obama y Bill Clinton.

Sea quien sea el comprador final, Jann Wenner, de 71 años, pretende mantener un papel editorial en el futuro de la revista y le gustaría permanecer como asesor de Rolling Stone. Pero como él mismo dice, la decisión dependerá del nuevo dueño y lo que quiera hacer con la publicación.

Así se fundó hace 50 años

Así contaba la propia revista, en el número de su 50 aniversario, cómo se fundó ‘Rolling Stone’:

A principios de 1967, una joven empleada de la ley llamada Angie Kucherenko regresó a su apartamento en el barrio Haight-Ashbury de San Francisco y encontró al novio de su compañero de cuarto, un desertor de Berkeley de 21 años llamado Jann Wenner, tumbado en el sofá y rasgando un guitarra acústica. Tenía una gran idea que no podía esperar para compartir. “Se sentó, dejó la guitarra a un lado y dijo: ‘Quiero empezar una revista de rock & roll'”, recuerda Kucherenko. “Yo dije, ¿El Rock & Roll no es un movimiento pasajero?

Wenner comenzó a imaginar una revista para narrar la escena del rock en rápido crecimiento, y consiguió sumafr como socio a Ralph J. Gleason, un columnista de 48 años del del San Francisco Chronicle.

La pareja comenzó a buscar nombres y barajó entre otros ‘La Máquina de Escribir Eléctrica’ y ‘Los Nuevos Tiempos’ antes de decidirse por ‘Rolling Stone’. Un nombre que proviene de un ensayo que Gleason había escrito en ‘The American Scholar’ titulado ‘Like a Rolling Stone’, como la canción de Dylan que hablaba de la roca y la sabiduría de la juventud.

https://www.youtube.com/watch?v=dxLMr784l0Q

A pesar de tener un gran título, un concepto inteligente y un socio con un Rolodex enorme, Wenner no tenía un centavo para conseguir poner en marcha su revista. Y así recuerda aquellos primeros momentos Baron Wolman: “Cuando se acercó a mí para ser el fotógrafo, le dije: Eso suena divertido, cuéntame más. Y él me dijo: Bueno, primero… ¿tienes $ 10.000 que te gustaría invertir?”

Wolman no lo hizo. Pero se le ocurrió una idea de que trabajaría a cambio de acciones en la compañía y de los derechos de sus fotografías, un acuerdo que le dio dividendos en los años y en las décadas siguientes.

Wenner reunió a un pequeño grupo de inversionistas, entre ellos los padres de su futura esposa, Jane Schindelheim; sus propios padres; Gleason; y Joan Roos, un compañero de la universidad que resultó ser un primo hermano de un joven actor llamado Robert De Niro. Juntos le dieron a Wenner $ 7.500.

Él y su personal se trasladaron a un loft en 746 Brannan Street que les daría espacio libre de desván si utilizaban los servicios de impresión del propietario. Era hora de comenzar a trabajar en la primera edición.

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