Rusia cree que puede haber matado al hombre más buscado del planeta, Al-Baghdadi, ‘el califa del Rolex’
El Ministerio de Defensa de Rusia ha dicho en un comunicado que un ataque de su aviación podría haber causado la muerte del hombre más buscado del planeta, Abu Bakr al-Baghdadi, el líder del Daesh, aunque la coalición internacional asegura que no puede confirmar la muerte del terrorista.
La operación aérea se llevó a cabo el 28 de mayo cerca de la ciudad de Raqqa, el último gran bastión urbano controlado por el Estado islámico en Siria. El jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov ha reconocido el ataque de su aviación a una reunión de líderes del Daesh, pero asegura que no puede confirmar al 100% que Al-Baghdadi haya muerto. El Kremlin por su parte no ha querido hacer comentarios.
“De acuerdo a la información que estamos intentado verificar a través de diversos canales, el líder del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi habría estado en esa reunión y habría muerto en el bombardeo”, dijo el Ministerio de Defensa de Rusia en un comunicado, en el que también añadió que habían advertido a los estadounidenses de la operación.
Al parecer, el mando del contingente militar ruso en Siria habría “recibido información de que a finales del mes de mayo tendría lugar en los suburbios del sur de Raqqa una reunión de líderes de la organización terrorista Daesh. Incluso conocían el objetivo de la reunión, que según sus fuentes pretendía organizar convoyes de salida para los combatientes de al-Raqqa a través del ‘corredor sur'”, manifestó el ejército ruso.
Como resultado de la operación que tuvo lugar el 28 de mayo a las 12.45 hora de Moscú, habrían muerto 30 señores de la guerra, entre los que estarían varios de los líderes principales del Daesh, y 300 combatientes. Entre ellos el autoproclamado califa del Estado Islámico, hoy la mayor organización terrorista que ha existido jamás en el mundo.
Ibrahim al Samarrai, Abu Bakr al-Baghdadi nació en Irak 46 años y era un importante integrante de Al Qaeda que rompió con la organización dos años después de la muerte de Ossama bin Laden.
El califa del Rolex… o el Omega
Abu Bakr al-Baghdadi tiene puesto precio a su cabeza, por la que EE.UU. ofrece 25 millones de dólares. Pero en los tres últimos años, ni se le ha visto. No aparece en los medios, ni en vídeos, ni siquiera en fotos desde julio de 2014, cuando se convirtió para muchos occidentales en ‘El Califa del Rolex’.
Y es que aquel día, el líder del Estado Islámico habló públicamente por primera vez, en la Gran Mezquita de Mosul, para autoproclamarse califa de un nuevo estado que anunciaba y que estaría compuesto sólo por musulmanes: el Estado Islámico. Pedía en su arenga a los musulmanes del mundo que le obedeciesen como su líder.
Pero antes de dirigirse a muchos de los más pobres de la tierra para hablarles desde el púlpito del sacrificio y la renuncia, se olvidó de quitarse el reloj de pulsera que lucía en su muñeca izquierda. Y la imagen de su lujoso reloj dio la vuelta al mundo.
Decía en su mensaje a todos los musulmanes que bajo su dirección del Estado Islámico, el mundo musulmán recuperaría la “dignidad, la fuerza, los derechos y el liderazgo”. Y establecía un nuevo Estado, todavía sin territorio, del que él sería califa.
“Soy el wali (líder) el que preside, aunque no soy el mejor de ustedes. Pero si ves que tengo razón, ayúdame. Y Si ves que estoy equivocado, me aconsejas y me ayudas a volver al camino correcto. Pero obedeces como yo obedezco a Dios”.
Claro que todas esas frases perdían demasiada fuerza, y se convertían en burla cuando los medios internacionales comenzaban ridiculizar al nuevo líder con los `precios del reloj que llevaba en su muñeca.
La mayoría llegó a la conclusión de que se trataba de un Rolex o un Omega Seamaster Aqua Terra, que cuestan en una tienda alrededor de 4.000 dólares.