“Sólo quiero irme a casa”, dice la adolescente alemana detenida en Mosul
Linda Wenzel, la joven alemana de 16 años que fue detenida la semana pasada en un subterráneo de Mosul, herida en las dos piernas, dice ahora, desde Irak, que lamenta haberse unido al grupo yihadista y que sólo quiere volver a casa con su familia.
Hace un año Linda Wenzel desapareció de su casa en Pulsnitz, un pueblo alemán del estado de Sajonia donde vivía con su madre y su padrastro. Era una adolescente como la mayoría de las de su pueblo. Pero empezó a interesarse por el Corán, a estudiar árabe y a chatear con un joven musulmán de origen checheno del que se enamoró. Fue él quien la convenció de trasladarse a Siria y unirse a la lucha del Daesh, y su familia la vio por última vez en julio de 2016, cuando les dijo que se quedaría a pasar el fin de semana con un amigo.
Linda fue detenida junto a otras cuatro combatientes extranjeras en un túnel de Mosul, y en las fotos hechas por el ejército iraquí aparece con la mirada perdida, la cara demacrada, el rostro cubierto de polvo y un pañuelo de colores alrededor de su cuello. En el mismo túnel en el que la detuvieron también se encontraron armas y cinturones suicidas.
Hacía un año que su familia no sabía nada de ella, pero el fiscal general de Dresden, Lorenz Haase, confirmó que la adolescente, Linda Wenzel, había sido “localizada e identificada en Irak” y estaba recibiendo apoyo consular pero no podía decir nada sobre sus circunstancias exactas.
El periódico Sueddeutsche Zeitung asegura que ya han entrevistado a Wenzel en la enfermería de un complejo militar en Bagdad, y que les dijo que quería irse. “Sólo quiero alejarme de aquí”, dijo ella. “Quiero alejarme de la guerra, de tantas y tantas armas, del ruido. Sólo quiero ir a casa a mi familia”.
Linda se muestra ahora aparentemente arrepentida y ha manifestado a las autoridades que se lamenta haberse unido al Daesh, que quiere ser extraditada a Alemania y que está dispuesta a cooperar con las autoridades.
Las autoridades han confirmado que la joven tiene una herida de bala en el muslo izquierdo y otra lesión en la rodilla derecha, que ella asegura que fue causada durante un ataque de helicóptero.
Ahora, Linda Wenzel y las otras cuatro detenidas en el túnel de Mosul, y de las que se sospecha que formaban parte de un grupo de unas 20 mujeres combatientes, la mayoría extranjeras, podrían enfrentarse a la pena de muerte. Porque así se castiga en Irak haberse casado con combatientes del Daesh y haber formado parte de grupo terrorista.